LA MESA COMO ESCUELA DE AMOR

REF. TOMATOES

En el mundo moderno, donde la prisa y el ruido muchas veces nos alejan de lo esencial, el acto de preparar y montar la mesa en el hogar puede parecer algo rutinario o meramente funcional. Sin embargo, cuando se hace con conciencia, amor y fe, se convierte en un acto profundamente sagrado, una oportunidad de crear un espacio de encuentro, comunión y renovación espiritual en el corazón del hogar.

Montar la mesa juntos es uno de los momentos más hermosos que se viven en familia, esto nos enseña valores fundamentales que nos invitan a vivir en unidad y disfrutando cada momento alrededor de nuestras mesas.

REF. ALGAS NARANJA

Valores que se desarrollan al montar la mesa:

• Servicio: cuando un miembro de la familia coloca los platos o lleva el agua a la mesa, está sirviendo a los demás, así como Jesús lavó los pies a sus discípulos.

• Respeto: al colocar cada utensilio en su lugar, se reconoce la dignidad de cada persona que se sentará allí.

• Gratitud: al preparar con esmero, se valora el alimento que se va a recibir y a quienes lo hicieron posible.

• Comunión: sentarse juntos, sin distracciones, es un acto de unión profunda en un mundo que cada vez nos fragmenta más.

  
  

Una familia que come junta, que ora junta, que comparte risas y escucha silencios en la mesa, es una familia que está sembrando amor en tierra fértil; por lo cual es importante no olvidar que es en este lugar de encuentro que se fortalecen las relaciones humanas y por ende la sociedad.